miércoles, 14 de diciembre de 2011

El placer de regalar

   

   Llegan las puñeteras navidades y con ellas todos sus efectos secundarios: empachos de turrón, empachos de familia,  empachos de cordero, empachos de anuncios de colonias, empachos de familia política, empachos de comidas-cenas de trabajo, amig@s y/o compañer@s de clase y un sinfín de empachos más que cada año acaban un poquito más con mi espíritu navideño.

    Podría ponerme seria y deciros lo que verdaderamente me entristece de la navidad pero no voy a hacerlo porque hace tiempo que entendí que de momento soy incapaz de escribir en este blog sobre  mis peores fantasmas por mucho que lo haya intentado.

    Por eso, voy a hablar de algo que me encanta y que tiene relación con la navidad: los regalos. Me gusta que me regalen, lo confieso. Cuando era una enana , intentaba pasarme la noche del 24 en vela esperando a Papa Noel (los Reyes no pasaban por mi casa) para pillarle in fraganti. Tenía incluso mi kit noche-en-vela: linterna, libro y cascos para mantenerme despierta .Cutre, lo sé, pero entonces todavía  no bebía café. 

    Sobra decir que jamás lo conseguí, bien porque mi hermana me daba alguna voz al ver la linterna y tenía que apagarla o bien porque caía rendida en brazos de morfeo pensando que Papa Noel había vuelto a echarme algo en el agua de la cena para dejarme grogui.

     Sin embargo, sigue haciéndome ilusión que me regalen cosas. Eso sí, no quiero cualquier regalo, quiero cosas que se elijan con cuidado e ilusión pensando en lo que me puede gustar a mí. No me importa el precio, pero me encanta saber que alguien se ha pasado un tiempito eligiendo, buscando o haciendo un regalo para mí, me hace sentir importante.

   Pero si hay algo que me gusta todavía más que recibir regalos es sin duda regalar. Puedo ser vulgar y regalar tarjetas regalo o cajitas smarttbox que vienen al pelo en ocasiones. Pero también se me da bien regalar cosas de esas que sabes que la otra persona se muere por tener o que no se espera ni por lo más remoto. Ver la cara que  ponen al abrir la sorpresa es un auténtico placer para mí.

  Curiosamente, los mejores regalos que recuerdo haber hecho no fueron por navidad pero reconozco, para satisfacción de mi ego, que a veces he triunfado en el arte regalatorio. Y es que en cuanto se me ocurre la idea, se me ilumina la cara y empiezo a disfrutar del momento que vendrá cuando la persona obsequiada abra su regalo. Maduro la idea inicial y la retoco hasta darle la forma perfecta. Luego sólo queda envolverlo y aguardar el momento justo para entregar el presente. Un presente que, en el futuro, quiero que se convierta en  bonito recuerdo del pasado de la persona agasajada. (vaya, esto último me ha quedado muy Christmas Carol y bastante pedante , debe ser una señal navideña).

6 comentarios:

  1. A mí también me encanta regalar, aunque nosotros solemos pedir lo que queremos para evitar locuras buscando o desilusiones al abrirlos. Aún así, me encanta lo que tú dices, hacer un regalo sabiendo que a la otra persona le va a encantar...el proceso es lo mejor!

    1besico

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  2. Estoy de acuerdo. Estoy totalmente de acuerdo. Yo también disfruto más regalando que cuando me regalan, porque cuando miro sus caras de alegría de verdad, de verdad, de verdad, que siento que soy yo quien recibe el regalo. Asdí que te comprendo y felicito por tu forma de ser y pensar. Un besazo

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  3. Posh yo soy la borde navideña que pasa de cenas de empresa, pasa de empachos familiares )los justos y ni uno más) y demás actividades "obligatorias" asociadas a los mandatos sociales de la Navidad.

    A mí estas fiestas me horrorizan por lo que tienen de farsa e hipocresía. Eso si, cuando he estado en pareja, feliz, me ha encantado el rito de dejarnos un regalito de navidad.
    En cuanto a los regalos, ya queda poca gente que se tome tanta molestia para dar con algo que realmente nos pueda gustar (recuerdas mi post de momentazos navideños, verdad?) Así que eres una especie en vías de extinción. Dile a la familia y parienta que te cuiden!!

    Un abrazo!

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  4. Pues mira tú que a mi esto:"Un presente que, en el futuro, quiero que se convierta en bonito recuerdo del pasado" me ha encantado.
    Felices presentes!

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  5. Fiona, yo también hago wish lists pero no con todo el mundo, son muy útiles.
    Karras, a veces también ocurre que no hay tal cara de alegría pero son las menos
    Chris, estoy de acuerdo, me extingo fijo
    Repo, gracias y felices presentes a ti también

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  6. Regalar es emocionante, todo un riesgo, pero para mí es una montaña rusa. Pocas veces tengo la seguridad de mi decisión. Pero estoy de acuerdo, que es lo mejor de las navidades, si no lo único bueno.

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